Eran las 6:30 de la mañana de un martes de marzo, segundo día de clases, segundo día que lo vería... Es verdad, por más que las mañanas sean duras y difíciles, el saber que lo veré en la escuela me da ánimos para continuar mi día. Salí de mi casa y vi como una joven de cabellos dorados salía de la casa de enfrente. Caminamos juntos y tomamos un bus en dirección a la escuela, aunque debíamos bajar dos cuadras antes. Para esto ya había pasado una hora, y por más que de camino al bus nos la hayamos pasado hablando de temas banales como lo difícil que es levantarse en las mañanas luego de las vacaciones, había un tema del que debíamos hablar...
Polo: Quiero saber más sobre tu plan
Pinkuu: Con que estás interesado en el puesto *respondió ella mientras mostraba esa pícara sonrisa que dibujaba en su rostro cada vez que hacía una travesura cuando era niña*
Polo: Es que no entiendo. Quieres sacarle celos a alguien que no te conoce. Si quieres una relación con él, ¿no deberías hablar con él primero?
Pinkuu: Y lo haré...*comentó mientras volteaba el rostro para mirarme frente a frente* Lo haré una vez que tú hayas confesado tus sentimientos a cierta personita especial
Sentí que el mundo se caía a mis pies. ¿Acaso Pinkuu había descubierto de quién estaba enamorado? No era posible, ¿verdad? Nadie sospechaba nada, ¿o sí?
Polo: ¿D-De qué hablas Pinkuu? Sa-sabes que no hay nadie "especial"
Pinkuu: ¡Por favor! Desde hace años te noto extraño. A veces te miro y veo esa tonta sonrisa en tu rostro y tus ojos mirando hacia la nada. ¿Me vas a decir que no tienes a nadie especial?
Polo: Es preciso negarlo...
Pinkuu: ¿Qué? ¿Por qué sería preciso negar que estás enamorado?
Polo: ¡Porque sí! Fin de la discusión. Debemos hablar sobre el plan, no sobre mi vida personal
Pinkuu: ¡Pero mira que te avergüenzas de eso! Como si fuera algo malo... No te habrás enamorado de alguien que no debías, ¿verdad?
Polo: No... no lo sé
Volteé mi rostro hacia la ventana del bus, observando las calles. Esa pregunta ya me la había hecho antes varias veces, pero no sabía como responderla. ¿Es posible que aún esté confundido y no me haya dado cuenta?
Pinkuu: Yo... Escucha, nos conocemos desde que usábamos pañales. Prácticamente aprendimos a caminar juntos. Soy tu amiga, o al menos me considero como tal... Me gustaría ayudarte, ¿sabes? Me gustaría saber quién es esa persona que desde hace años no deja de volar en tu corazón. Me gustaría saberlo porque... seguro que Mizaki ya lo sabe, ¿verdad?
Pinkuu se levantó para bajar del bus, acto que seguidamente imité. Al estar en el pavimento, no pude evitar notar la mirada de mi amiga. Observaba una mezcla entre tristeza y amargura en sus ojos. Creo que ya comienzo a entender porqué a Pinkuu le disgusta hablar de Mizaki...
Polo: Nadie lo sabe, solo mi conciencia. Lo juro
Pinkuu: Y supongo que nadie lo sabrá aún, ¿verdad?
Polo: ¿De qué sirve que se lo diga a todo el mundo si no tengo el valor de decírselo a él?
Pinkuu: Sí... espera, ¿qué?
Polo: ¿Que de qué?
Pinkuu: Dijiste "él" no "ella"
Polo: Y-yo no dije eso...
Pinkuu: ¡Por supuesto!
Polo: Debiste haber escuchado mal... Y-Yo no dije eso...
Pinkuu: No eres buen mentiroso, no me digas que tú...
Polo: ¡Ni se te ocurra decirlo! *dije mientras miraba hacia otro lado para disimular mi avergonzado rostro. No podía creer que un secreto oculto por años pudo haber sido descubierto debido a una pequeña palabra pronunciada. Rayos, si que soy torpe*
Pinkuu: ¡Diablos! ¿Cómo lo mantuviste tan oculto?
Polo: ¿Qué? Eh... Bueno... ¡N-no sé, Pinkuu! ¡Y-ya basta, debemos ir a la escuela! *dije acelerando el paso, mas ella se adelantó y se puso frente a mí*
Pinkuu: Bueno, entonces dime quién es esa personita especial. Descartando datos, tendría que ser un chico que conoces desde hace años y que te... caiga bien... No me digas que... ¿Tiene ojos naranja?
Polo: Y es de mi tamaño
Pinkuu: ¿También tiene cabello morado?
Polo: Y un brazo enyesado.
Pinkuu: ¡Oh por Dios, Polo! ¿Te gusta Mizaki?
Polo: ¡Calla, Pinkuu! S-se supone que debes guardar el secreto, no gritarlo a los cuatro vientos
Pinkuu: Pero tú si quisieras gritarlo a los cuatro vientos, ¿verdad?
Polo: ¡Ese no es el punto!
Mi rostro estaba completamente rojo y faltaban unos pocos metros para llegar a la escuela. Debía de tranquilizarme cuanto antes. Hice que Pinkuu prometiera que guardaría el secreto, aunque no todo en la vida es gratis: ahora soy el nuevo novio de Pinkuu. Nos reuniremos todas las tardes para ver qué haremos en el plan. Tal vez esto me sirva para ver si es que Mizaki también siente lo mismo...
~~~
Los rayos del sol caían alegremente adornando la ciudad aquella mañana
de marzo. Era un día hermoso, aunque demasiado caluroso para mi gusto.
Ingresé a la escuela seguido del chico alto de aspecto tranquilo.Daisuke: Oye, Oso, ¿eres bueno en Literatura?
Mizaki: Sí lo soy. Y por favor, tampoco me llames así
Daisuke: ¿Y eso por qué?... Bueno, ¿tienes alguna dificultad en los cursos de Geometría o Trigonometría... o algo por el estilo?
Mizaki: ¿Por qué preguntas?
Daisuke: Quería hacer un trueque: tú me ayudas en Literatura y yo en alguno de esos cursos.. El año pasado no hice más que holgazanear en la escuela, por eso casi repito el año. Esta vez quiero esforzarme más, sobre todo en el área de lenguas
Mizaki: Ya veo... Déjame decirte que no tengo problema alguno en matemáticas
Daisuke: ¿Lo dices en serio? ¡Vamos, ayúdame! De verdad me gustaría comenzar bien este año
Mizaki: Lo siento, mi agenda está llena
Daisuke: Damn it... Solo serán los viernes, ¿de acuerdo? Podría ir a tu casa o tú, a la mía. Además no nos demoraremos demasiado... ¡Dí que sí, Oso!
Mizaki: Diablos, ¿si te ayudo dejarás de llamarme así?
Daisuke: Pues... ¿Por qué no quieres que te llame así? Polo siempre lo hace. ¿O es que acaso él es el único que puede hacerlo?
Comenzamos a subir las escaleras.
En realidad, nadie más me llamaba con ese sobrenombre. Podría decir que me había acostumbrado a oír esa palabra bañada del sonido de su voz... Pero era extraño. Digo, ni si quiera yo lo comprendía... ¿Por qué me pongo tan a la defensiva cuando de él se trata? La vez anterior pensé lo mismo al verlo con Pinkuu, y ahora no permito que Daisuke utilice esa palabra para nombrarme... ¿Qué está pasando?
Mizaki: No es eso. Es solo que ya me acostumbré a que él me llame así. Nada más
Daisuke: ¿Seguro?
Mizaki: Al cien por ciento
Daisuke: Muy bien, entonces este viernes en tu casa después de clases. Ofrecería la mía pero aún quedan cosas por arreglar. Tal vez el próximo viernes podamos reunirnos en mi casa; después de todo, es bastante grande
Seguido a esto estiró ambos brazos, golpeando con uno de ellos en la cabeza a un chico rubio que estaba subiendo detrás de él. Al joven rubio se le cayeron los libros cerca de las primeras gradas de la escalera. El castaño bajó a recogerlos.
Cameron: ¡Maldición, fíjate por donde vas!
Daisuke: ¡Lo siento mucho! ¿Te perdiste, pequeño? Aquí están tus libros, si quieres te guío a tu salón...
Cameron: ¡Estoy en tu salón, imbécil! Y más te vale no volver a decirme "pequeño", réplica de rascacielos color café
Daisuke: ¿Eh? ¿En nuestro salón? Bueno, bueno, lo siento. Comencemos de nuevo y seamos amigos: mi nombre es Daisuke *mencionó con una sonrisa estirando su brazo para estrechar la mano del más bajo en estatura*
Cameron: ¿Quién dijo que quería tu amistad? *al terminar sus palabras ingresó al salón, dejando al castaño con el brazo estirado*
Daisuke: ¿Qué rayos...?
Mizaki: Deberíamos entrar *dije al ver que él no se movía* Y lo del viernes déjame pensarlo
Daisuke: De acuerdo. Por cierto, ¿quién era ese chico?
Mizaki: Ya lo sabrás, primero deja que tome asiento
Lo que había dicho antes me había descolocado un poco. Él planea reunirse conmigo los viernes, y, no niego que los viernes sean un día excelente para estudiar o ponerse al día. Pero, las tardes de esos días, Polo y yo solemos pasarlas por las calles de la ciudad o vagando en mi casa... No creo que pueda ayudarlo, esto es ya como una tradición...
Pinkuu: ¡Oigan todos! ¡Tenemos un anuncio que dar! *mencionó una voz femenina*
Polo: Pinkuu, cálmate, por favor...*protestó un joven blanco*
Pinkuu: Polo y yo... ¡somos novios!
Terminada su aportación a la sociedad, Pinkuu unió su mano con la de Polo, haciendo que sus dedos encajaran en aquella unión y las levantó como si hubiera ganado un premio. Mi amigo por su parte, estaba bastante sonrojado y cubriéndose el rostro con la mano sobrante. Se veía bastante gracioso...
Las amigas de Pinkuu comenzaron a gritar y a darles las bendiciones. Luego, Pinkuu le dio un beso en la mejilla a su nueva pareja y se acercó a las chicas para contarles todo.
Mientras tanto, algunos chicos se aproximaron a Polo y le preguntaron cómo había ocurrido todo. Yo por mi parte, estaba sentado en mi asiento, maldiciendo a Pinkuu en mi interior por ser la acreedora de aquel tonto sonrojo que tenía mi compañero...
Kenji: Vaya, desde la primera vez que los vi pensé que ellos dos harían buena pareja. ¡Pero jamás pensé que tan rápido! ¿Y saldrán todos los días? *preguntaba un joven al de ojos rosa*
Polo: De lunes a viernes...*respondía el contrario con aquel latente sonrojo y esa tonta sonrisa*
Kenji: ¡Ya perdiste libertad, hermano!
Daisuke: Bueno, me imagino que se conocen desde hace tiempo... Espero que todo salga bien, les deseo lo mejor...
Mizaki: ¿Sabes qué, Daisuke?
Daisuke: Dime
Mizaki: Sí podré ayudarte. Comenzamos este viernes, saliendo de la escuela, en mi casa
Daisuke: ¿De verdad? Genial, ¿qué te hizo cambiar de parecer?
Mizaki: Nada, solo que acabo de recordar que este bimestre mis viernes estarán libres
Daisuke: Bueno, eso es genial para mí, ¡muchas gracias!
Si él no puede salir los viernes, entonces yo tampoco...
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Kenji: ¿Y saldrán todos los días?
Polo: De lunes a viernes...
Kenji: ¡Ya perdiste libertad, hermano!
La sonrisa no abandonaba mi rostro. No era una sonrisa tranquila y de alguien enamorado, sino más bien de alguien nervioso. Sí, lo estaba, ¿para qué negarlo? Me preocupaba la opinión de Mizaki, pero no debía de ser tan obvio. Además, debía de hablar con Pinkuu para ajustar los horarios del plan. Ella tendrá reuniones con las porristas los lunes, martes y miércoles de la próxima semana según lo que la entrenadora nos dijo. Eso significa que no saldremos esos días y que podré estar con Mizaki. Sumando a esto, debía decirle que el viernes es nuestro día sagrado. Siempre lo hemos pasado juntos y siempre será así, o al menos durante la secundaria. Fue una promesa que hicimos cuando estábamos en sexto grado, y que aún no olvido. Definitivamente, no dejaré que mi "novia" interfiera en el tiempo que tengo para divertirme con Mizaki.
No me gustaría que nadie interfiriera es ese tiempo que para mí vale más que cualquier cosa en este mundo. Más que el oro que comanda en los continentes o que los diamantes que salen para iluminar la noche.
Sin duda alguna, estoy enamorado... Es mi primer amor después de todo...
Decirle lo que siento es definitivamente... mi meta para este año
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